viernes, 12 de febrero de 2010

Capitulo 14



Juan y Lorena están desnudos el uno en los brazos del otro. Lorena tiene su cabeza apoyada en el torso de él. Lo besa con cariño. Sin duda es Juan el hombre elegido por su corazón.
--¿porqué tienes que ser tan infiel? –dice ella con tristeza.
Lo ama, ama a ese hombre pero sabe que siempre la hace sufrir. Además ahora no puede cambiar todo lo que ha pasado con Marc. Juan acaricia los cabellos de la joven con cariño y orgullo:
--¿Lo ves? no me puedes dejar. Todas las parejas tienen sus problemas.
Ella no lo mira. Juega con los pelitos de su pecho, le pellizca los pezones. Marc le ha dado la tranquilidad que busca pero es ese loco amor de Juan, el que la hace sentir insegura, angustiada lo que quiere su corazón.
--sí, pero es que tú todos los problemas los resuelves jodiendo con alguna mujerzuela y si no hay problemas también…
Juan acaricia a Lorena con cariño. Le levanta la mirada para que lo mire.
--yo hago un esfuerzo, los dos nos queremos. Todos cometemos errores, una infidelidad tampoco es para ponerse así…
Lorena quiere estar con Juan pero tampoco quiere borrar lo que ha pasado con Marc, sigue pensando que es Marc y no Juan quien la va a hacer feliz.
--Me he acostado con Marc.
Juan se le ríe.
--¿¿Cómo crees que te voy a creer eso? Dime algo coherente, que has hecho un trío con tu amiga y su novio, pero eso no.
Juan está divertido. Cree que Lorena lo que quiere es lastimarlo, hacerle creer que le ha sido infiel en venganza de las veces que él lo ha sido con ella. Juan se muestra burlón:
--Por esa cosa… ¿Quién se va a creer que me vas a cambiar por esa cosa?
Juan se burla de Marc.
--cuando lo cuente en la academia no se lo van a creer.
Juan no deja de reír, se levanta desnudo imitando la manera torpe de caminar de Marc.
--¡¡es que me parto, me parto¡ --dice dándole golpes en el pecho.
A Lorena le da mucha rabia la manera en la que Juan se burla de Marc. No tenía valor para dejar a Juan por Marc pero ahora siente que debe hacerle por orgullo y por Marc. Se levanta de la cama envuelta en la sábana.
--Sí, diles a todos en la academia, así cuando me vean aparecer con él del brazo será de ti de quien se reirán…
Lorena se muestra furiosa. Juan empieza a creer en ella.
--¡¡No puedes estar hablando en serio¡
No siente las palabras que dice pero está dolida, aunque se hubiera querido quedar con él, tiene mucho cariño por Marc y no le parece bien que Juan se haya burlado de él.
--No te lo quería decir para no ofenderte pero me he enamorado de Marc. Me he ido a la casa de Susana con él.
Juan se lleva las manos a la cabeza.
--¿a la casa en la playa?¿estabas allá? ¡¡porqué no se me ocurrió antes¡?
Juan está furioso consigo mismo por no haber pensando en esa posibilidad. Lorena se muestra desafiante.
--¡Pues me hubiera ahorrado una explicación porque me habrías visto con él, besándonos, haciendo el amor…¡
Juan no quería ver a Marc como un rival pero las palabras de Lorena lo están lastimando mucho, además que sea con alguien como Marc lo hace sentir humillado. Espera que sea una broma y que Lorena se le ría en cualquier momento.
--No puedes estar hablando en serio –va diciendo él perplejo.
La rabia que siente por el comportamiento de Juan hacia Marc que le parece mezquino la ayuda a seguir adelante. Al acostarse de nuevo con Juan le han asaltado las dudas pero ahora tiene claro lo que quiere, se queda con Marc.
--Bueno le diré a Susana que te pase una de las fotos que nos hemos hecho…
Juan se muestra brusco y pedante:
--¿¡pero quien se puede creer que puedas preferir a esa cosa a mí? ¡Lo haces por venganza pero nadie se lo cree… Yo soy mejor que él¡
--En la cama tal vez pero en el resto no. Me quedo con Marc –le dice ella dolida por el comportamiento de él—él tiene la belleza interior que te falta a ti.
Juan se lleva las manos a la cabeza. Está hecho una fiera.
--¡¡¿y si eres tan feliz con él porque te has acostado conmigo?¡¡
Con ironía ella le dice:
--porque soy una infiel como tú pero un polvo no es nada… ¿No me dices tú siempre eso?
--Eres una golfa –le dice él muy herido.
--¡Bueno ahora no te hagas el ofendido por una vez no pasa nada que yo sea la infiel…¡ --dolida.
--¡Si pasa –ofendido y dolido-- porque yo te he engañado con mujeres bonitas y no con un monstruo¡
A Lorena le duele que ataque a Marc:
--Pero yo lo amo a Marc
--¡pues que seas feliz con eso¡ ¡¡tranquila dado tu mal gusto no me acercaré a mi no sea que me bajen a la altura de la basura que te has buscado como amante¡
Juan se va furioso y sin cerrar la puerta. Lorena sabía que no iba a ser fácil pero no esperaba tanto, no esperaba tanta rabia, esos ataques. Llora. Juan entra en el auto furioso. Golpea el volante con rabia. Su primera intención es ir a romperle la cara a Marc pero trata de calmarse.
--¡No puedes caer tan bajo¡
No quiere que nadie se entere que Lorena ha sido la que lo ha dejado y por Marc.
--¡tiene que parecer que es al revés, que yo la he dejado y ella se ha ido con el único que ha podido encontrar¡
Juan va manejando, pensando en cual de las chicas con las que conoce le haría más daño a Lorena.
--¿y si me acuesto con Paula?
La idea no le agrada.
--Sería una buena venganza aunque cargar con esa…
También piensa en Susana:
--pero tiene novio y ahora no tengo tiempo para ir esperando que deje el novio, que si hacerlo oficial…
Para el auto.
--¡hoy es mi día de suerte¡
Mira con cara de depravado a una chica que sale de una iglesia. Es exuberante, bonita pero tímida. Esconde su belleza tras ropa recatada y enormes gafas. Juan sale del auto.
--A ver si es verdad que es tan religiosa como dice y que sigue virgen y lo será hasta el altar.
La joven es de la academia y siempre ha ido presumiendo de virgen, mirando a las demás por encima del hombre, Juan sabe perfectamente que a Lorena le va a doler saber que se lo ha hecho con ella.
--hola Sandrita –dice Juan coqueto.
Sandra se derrite. Ese hombre es su sueño, el sueño de cualquier mujer y ella no es una excepción. Juan se da cuenta que seducir a esa chica será más fácil de lo que pensó. De los nervios a la chica se le cae el misal y Juan se apresura a agacharse. Al entregárselo ella casi se desmaya del gusto. Juan le guiña el ojo.
--¿te vienes?
Juan es galante, seductor. Sandra lo mira y queda atrapada en su mirada, a merced de su voluntad.

Por su lado, Susana está consolando a Lorena que llora amargamente.
--¿estás segura de lo que has hecho?
--¡¡Juan se ha portado como un imbécil¡
--¿No será que lo amas y por eso te duele tanto lo que ha pasado?
Más que nunca, Lorena niega amar a Juan. Ahora ya no hay marcha atrás. Juan nunca la va a perdonar y a ella le ha dolido mucho la forma de comportarse de él.
--Me duele porque me hubiera gustado poder conservar un recuerdo agradable de Juan, después de todo lo que hemos vivido.
--las rupturas nunca son fáciles.
--Ahora lo que espero que Juan no se quiere vengar, que ahora sea mi enemigo, que vaya explicando ves a saber qué para dejarme mal ante Marc y todos…
--No, no creo. –va diciendo Susana-- A Juan le gustan demasiado las mujeres seguro que ahora está jodiendo con cualquier guarra.
Lorena también lo cree y eso le duele aunque no quiere aceptarlo. Juan en esos momentos está fornicando con Sandra, la que siempre dijo que jamás haría una cosa así, le ha faltado que Juan le guiñara el ojo para caer a sus pies. Juan está satisfecho por este nuevo trofeo que ha conseguido y con el que lastimará a Lorena. Ella vibra en los brazos de Juan, tiene miedo de ser una más pero confía que el hecho de que la esté desvirgando juegue a su favor.

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