viernes, 12 de febrero de 2010

Capitulo 15


Comienza un día nuevo. Es un momento de tensión para Lorena que ha temido que llegara ese momento, cuando Marc y Juan se encuentren cara a cara. Tiene miedo que Juan haga un escándalo, que Marc se entere que no sólo no habían roto cuando se acostaron juntos en la casa en la playa sino que después se ha vuelto a acostar con Juan. Reconoce que no es una buena manera de comenzar una relación y confía en que ningún chisme llegue a los oídos de Marc.

Marc espera a Lorena en la puerta de la academia pavoneándose ante sus compañeros que lo llaman fantasma porque no creen que Lorena sea su novia. Entonces cuando Lorena aparece él le da un beso de película para demostrar que la chica es suya. Entran abrazados y sus compañeros los miran con sorpresa. Marc la luce con orgullo. Se van oyendo comentarios.
--¿y pretende que nos creamos que ha cambiado al guapo por ese feo?
A los dos les duele los comentarios pero siguen adelante.
--No les hagas caso… --le dice Lorena besándolos.
Siguen oyendo comentarios burlescos del entorno de Juan y Lorena.
--claro –dice una con ironía-- ¿Quién va a quedarse con el buenorro de Juan pudiendo estar con el paleto ese? ¡No sabe ni andar y mira que cejas… bueno¡ ¡¡que ceja¡
Todas van riendo.
--¿estás segura que quieres seguir con esto? –dice Marc algo triste por todos los comentarios.
A Lorena le duele que machaquen a Marc y más que nunca pues no va a dejarlo en ridículo.
--No es cuestión de salir con el chico más guapo sino con el que quieras, te amo y tampoco eres feo.
Marc se siente crecido por las palabras de la chica. Ambos se besan para mostrar a todos que no les importa los comentarios.
--Lo que hace el despecho… --murmura uno mirando a Lorena con burla.
Es un compañero de Juan, los demás se ríen.
--¿Porqué han dicho eso…? –Marc a Lorena sorprendido.
--No les hagas caso…
A Lorena también le intriga. La chica acompaña a Marc hasta la puerta de su aula. Mientras va para sus clases, Lorena escucha como hablan de ella y Juan.
-- Sí es verdad, Juan ha dejado a Lorena por Sandra, ha dicho que Sandra hasta hace nada era virgen y Lorena está demasiado usada…
Esas palabras lastiman mucho a Lorena pero no lo cree ni de Juan ni de Sandra. Ve a Juan besándose con Sandra. A todos sorprende el cambio de look del chico que se ha cortado esa melena que tanto le gustaba a Lorena.
--es que ha sido para darle gusto a mi chica, el pasado ya no cuenta –dice Juan tocándose el pelo ante una orgullosa Sandra.
Lorena se siente muy herida. Juan saluda a Lorena como si nada, quiere dejar claro que él siente indiferencia con ella, como que es Lorena la que se va molesta pues todos creen en la versión de él, que ha sido Juan quien la ha dejado y que Lorena está con Marc por despecho. Lorena se encierra en el baño. Está comenzado a odiar a Juan.
--¿¿¡como es posible que un algún momento me haya sentido enamorada de él? ¡¡no me extraña que haya enamorado de Marc… Juan no vale nada¡
Sandra entra en el baño en ese momento. A Lorena le molesta. Sandra quiere aclarar las cosas.
--Ahora estoy yo con Juan, él ya te dejó. Espero que lo entiendas…
Lorena no se molesta en aclarar las cosas aunque sí que le dice con ironía:
--tú que siempre me criticabas, que decías que sólo en la noche de bodas… ¿pues que ha pasado? ¿Cuándo te casaste con Juan? Aún no se había hecho oficial nuestra ruptura y a ti te ha faltado tiempo para meterte en su cama como una guarra.
Sandra agacha la cabeza. Ni ella misma sabe lo que le ha pasado pero se justifica diciendo:
--Juan siempre ha sido mi amor platónico… Lo que siento no puede ser malo.
Aunque Lorena siente celos en el fondo también le da pena la chica. Se da cuenta que busca atrapar a Juan y no lo va a tener fácil.
--suerte –le dice con cierta burla—te hará falta.
Lorena sale del baño. No tiene ganas de ver a Juan pero:
--si él hace como si nada pues yo también.
Al pasar por el lado de Juan y sus amigos escucha como Juan se vanagloria de haber desvirgado a Sandra sin dificultad:
--Era virgen antes de pasar por mis manos.
Lorena siente celos pero está además está molesta
--¿¡como puedo haber estado con un chico tan vacío? Es muy guapo pero por dentro está podrido –dice para sí.


Lorena quisiera estar todo el día al lado de Marc para no tener tiempo de pensar en Juan. Le sorprende que Marc anteponga sus estudios al sexo. Salen juntos a medio día.
--Es que tengo que leer mucho, estudiar… Además en las tardes estudio francés, inglés y alemán.
A Lorena le molesta que Marc sea tan estudioso y no perdone sus horas.
--¿es que siempre será así? En la mañana apenas nos hemos visto.
--te prometo que mañana te dedico parte de la tarde.
Ella intenta provocarlo:
--¿en serio no te apetece volver a hacer el amor? Podemos joder durante toda la tarde.
A Lorena le encanta la inocente mirada pícara de él. Hace que sí con la cabeza:
--pero es que si me atraso mis padres me matan…
Lorena no lo deja ir, le va diciendo que si tiene libertad de ir a su casa, que si aunque sea uno rápido pero Marc no desatiende sus obligaciones. Lorena se queda sorprendida. Con Juan sus rivales eran las otras mujeres y con Marc son los libros.
--que increíble es la vida –dice sorprendida cuando ya Marc se ha ido.

Al día siguiente, Marc está dispuesto a cumplir la promesa que le hizo a Lorena y dedicarle una parte de la tarde aunque no toda como ella quiere.
--Es que hoy me toca clase de música.
--¡pero como se puede estudiar tanto¡ --se queja ella.
Marc pone cara de bueno:
--venga que enseguida llega el fin de semana y lo recuperamos.
Lorena se resigna. Estaba convencida que con alguien como Marc ella sería su prioridad y no le hace nada de gracia ver que estaba equivocada. No sabe que obsesión le molesta más la de Juan con las mujeres o la de Marc y sus estudios:
--almenos con Juan su obsesión la podía compartir con él –piensa.
Igual ha llegado ya demasiado lejos y no se puede echar atrás.
--Te espero en la tarde –dice ella.


Justo en el momento en el que Lorena ha quedado con Marc, llegan Susana y José María.
--Nos dejas la cama ¿verdad? –dice Susana.
La pareja no deja de besarse, se va desnudando. Lorena pone cara de circunstancia.
--es que he quedado con Marc.
Están ya casi desnudos.
--No pasa nada, hay confianza… --dice José María.
Se encierran en la habitación y pronto sus jadeos lo inundan todo. Llega Marc.
--¿estás con alguien?
--Si, Susana y José María están en la habitación.
Ahora que tenía un ratito libre Marc esperaba volver a hacer el amor y se queda decepcionado.
--creí que estaríamos solos…
--nos queda el sofá --dice ella pícara.
Ninguno de los dos tiene ganas de perder el tiempo. Se besan, Lorena lo va desnudando. Marc al fin se atreve a sacar el preservativo que le dio José María.
--Mira lo que tengo… --dice muy tímidamente.
Ella le sonríe.
--Me los dio José Maria –dice por si se enfada.
Lorena se lo saca de la mano. Le va comiendo el torso mientras dice:
--tomo la píldora no te preocupes…
Marc se queda más tranquilo. Los gemidos que provienen del dormitorio apenas los dejan hablar pero tampoco están ellos ahí para charlas. A los jadeos de José María y Susana se unen enseguida los de Marc y Lorena. El chico cada vez va tomando más confianza y Lorena, sin poder dejar de pensar en Juan, goza un poco más. Se quedan tumbados desnudos en el sofá. Ella no quiere moverse de sus brazos, tiene ganas de repetir la jugada pero él no deja de decir que se tiene que ir, que tiene cosas que preparar, estudiar, clases que hacer.
--Yo te puedo ayudar a estudiar… --dice ella apasionada y acariciando el cuerpo de él lascivamente.
No cuela. Marc sonríe mientras se viste.
--No haríamos nada.
--como que no –dice ella con por la mirada pícara.
Él sonríe y añade:
—que sea de estudiar.
Lorena se resigna, eso le pasa por haber elegido a alguien tan responsable. Tampoco quiere que sus estudios se resientan por culpa de ella. Se despiden con un beso. Ella lo abraza, él la saluda muy tierno con la mano antes de irse. Pese a los fuertes gemidos del otro dormitorio, Lorena se sienta sola. Estar con Marc le ayuda a no pensar en Juan. Ahora que está sin Juan, sin Marc, los recuerdos la inundan, las dudas. Está bien con Marc pero echa de menos a Juan. Llora por su ausencia, por todo lo que se han dicho, por cómo él ha actuado.

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