Esto no es una telenovela de verdad. Los actores no tienen nada que ver con el proyecto, sólo lo inspiran. Dedicada afectuosamente a dos guapos que son mi prototipo de hombre ideal: Jon Ecker y Mario Casas. Escrito en septiembre del 2009.
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viernes, 12 de febrero de 2010
Capitulo 4
A Juan le duele que Lorena quiere acabar con lo que recién comienza cuando han pasado unos días increíbles juntos, cuando ella ha vuelto a sonreír. Lorena ya ha luchado mucho por su relación con Juan en el pasado y ahora no quiere volver a pasarlo mal. Lo que desea es disfrutar de lo bueno pero alejarse en cuanto haya problemas. Así lo ha decidido, prefiere alejarse llevándose un buen recuerdo de Juan que sufrir nuevamente por amor. Juan agarra del brazo a Lorena para que no se vaya. Se muestra alterado:
--¡No me puedes salir con esto después de todo lo que hemos vivido…¡
--Te gustan demasiado las mujeres como para atarte a una sola… --le reclama ella.
--Pero te quiero a ti… --le suplica él.
Lorena ha tratado de tener armonía en su relación con Juan
--Pero siempre te acuestas con otra… --le deja ir ella dolida.
Aunque Lorena había callado, aunque había preferido no hablar del pasado es una herida que sigue abierta. Juan está dispuesto a todo por seguir con su relación con Lorena.
--¡si, tienes razón, me porto como un cerdo, me dejó llevar pero luego me arrepiento… contigo ha sido la única mujer con la que no me he arrepentido…sólo contigo he estado más de una vez, las otras apenas unos días…¡
--¿Y eso me debería consolar…? –le reclama ella con ironía.
--Sí, debería hacer dar cuenta de lo importa eres para ti… ¿para ti no soy nada?¿es que puedes renunciar a mi tan fácilmente?
Lorena guarda un momento de silencio. Juan lleva su mano al pelo. Esa melena lo hace aún más seductor.
--No, no puedo.
Los dos se abrazan con fuerza y se besan apasionadamente. No tienen ganas de llegar al apartamento y hacen furiosamente el amor en el auto de ella. A la mañana siguiente, Lorena despierta sola en la cama. Al tocar el lado donde ha dormido Juan se pincha. Se queja. Juan se acerca preocupado.
--¡era una sorpresa, no te quería lastimar¡
Juan le ha dejado sobre la cama una rosa.
--es para que acabes de olvidar la bronca de ayer…
Lorena huele la flor emocionada:
--hacía tanto que nadie me regalaba flores…
Juan está en cuclillas a su lado, en bóxers. Muy sexy y excitando mucho a la joven.
--te juro que te regalaré muchas flores –dice él muy tierno.
Lorena deja la flor en la mesita. Besa al chico. Lo agarra del cuello y se lo tira encima.
--me alegro que me hayas detenido, hubiera sido un error dejarte escapar…
Juan se va bajando los calzoncillos mientras va frotando su cuerpo con el de ella.
--ya no pienses en eso, estamos juntos y eso es lo que importa –jadea él.
Lorena le clava las uñas con fuerza en la espalda, en el trasero. Está feliz de estar con él, si lo hubiera dejado ahora estaría teniendo un día horrible y en cambio se encuentra en el paraíso.
Juan y Lorena cumplen tres semanas de su especial relación. No es una relación definida. No son novios pero sí son pareja, están todo el día juntos. Aunque sí lo ama siente que los une más el deseo, su principal ocupación es disfrutar de la vida, de sus cuerpos. Gozan mucho tanto hablando, paseando, bailando o haciendo el amor. Después de haber sufrido un fracaso como Nicolás, esta relación que tiene Lorena con Juan es la mejor que puede tener en esos momentos. Una relación con un chico guapísimo que la hace gozar como ninguno, sin planes, sin compromisos, sin pensar en el futuro. Una relación sin implicar otros sentimientos que no sean los sexuales, almenos eso es lo que cree ella. No quiere aceptar que sí, que Juan le atrae sexualmente pero que además lo quiere, que le gusta estar a su lado.
--Juan es demasiado guapo como para pensar en poder retenerlo –le cuenta Lorena a su amiga Susana.
--pero chica, yo lo veo muy enamorado de ti. Te adora, hacen muy bonita pareja.
--además, yo no estoy enamorada de él. No pienso en él como en una pareja duradera…
Susana no sabe si su amiga le miente intencionadamente o se engaña a sí misma. Ha visto como lo mira, como le brillan los ojitos. Es amor, no sólo sexo. De eso está segura. Igual tampoco le quiere llevar la contraria a Lorena. Ella está algo triste. Va de la euforia al decaimiento. Los días lo pasa bien pero las noches sin Juan se la hacen eternas.
--venga que me han dicho que han abierto un club que está genial… vamos un rato. No te puedes quedar aquí pensando en él.
Eso es justo lo que quiere hacer. Abrazar esas sábanas entre las que no hace tanto ha estado el cuerpo desnudo del guapísisimo chico, pensar en sus besos, en sus abrazos hasta que la envuelva el sueño y a la mañana siguiente poder volver a estar con él.
--además no me parece bien que yo salga cuando él debe estar solo en casa estudiando…
--alguna noche deberá salir…
--No, sin mí no. Seguro.
Susana no piensa aceptar un no por respuesta.
Juan se ha dejado convencer también por una compañera para ir a un club nuevo que acaban de abrir.
--necesitas distraerte…
Ahí encuentran otras compañeras de estudio. Al verlo “soltero” por esa noche, todas le coquetean y él tontea con todas bien contento. Todas se desviven por él, le van dando de beber. Esperan poder emborracharlo y conseguir algo de él. Juan empieza a bailar y a hacer el tonto en medio de todas las chicas. Lorena y Susana llegan en ese momento.
--¡que hace mi novio haciendo el payaso para esas idiotas?¡ --se queja Lorena.
Susana trata que se calme.
--No están haciendo nada malo. No hagas un escándalo.
La chica con la que ha ido Juan sí se da cuenta de la presencia de Lorena, así que se tira encima de Juan. Lo besa, lo acaricia en los genitales. Lorena se va acercando llena de odio. Agarra una jarra de cerveza que estaba trayendo el camarero. La chica es muy coqueta, le muerde en el cuello a Juan:
--hazme el amor –le suplica ella.
Juan no se lo piensa. Se deja llevar por sus hormonas:
--¡¡si, sí vamos a coger… vamos al auto¡
Luego piensa en Lorena y se arrepiente de lo que ha pensando pero ya es tarde. Lorena está detrás de él. Lo ha escuchado todo para satisfacción de la chica que le coquetea. Lorena vierte la cerveza en la cabeza de Juan. El chico se gira furioso pero se derrumba al ver a Lorena. Por su cara de furia se da cuenta que lo ha oído todo. Lorena lo bofetea.
--Lorena, esto no es lo que parece… --dice él que casi no se tiende en pie.
Lorena estaba pensando en qué momento Juan le iba a volver a ser infiel. No puede creer en su inocencia, a parte que ella lo ha escuchado.
--¡ahora sí, se acabó¡ ¡¡nunca más volveremos a estar juntos¡
--¡te juro que no iba a pasar nada¡ --dice Juan desesperado.
--porque nos ha interrumpido –dice la otra.
Juan fulmina con la mirada a la chica con la que ha llegado. Lorena se va con Susana, Juan la agarra del brazo a Lorena.
--¡esto no se puede acabar así¡
Lorena se da la vuelta. Sonríe. Juan se relaja.
--¿podemos hablar ahora?
En cuanto él menos se lo espera, ella le da una patada en los genitales y se va rabiosa dejando a Juan retorciéndose del dolor mientras las chicas que están con él tratan de animarlo a la vez que le gritan a Lorena.
--¡lo has desgraciado, perra¡
En el auto Lorena trata de contener el llanto. Susana se disculpa por haberla llevado.
--No así es mejor… ¡no volveré a ver a ese desgraciado¡
--¿no crees que te has precipitado? Ya lo conoces y tampoco ha hecho nada…
Lorena no quiere reconocer lo dolida que está.
--Yo salgo con él sólo porque es el más guapo, es una relación sin futuro. Yo lo echaré de menos un poco, él no porque enseguida encontrará sustituta pero así es mejor. Hemos pasado unos días maravillosos, me costará olvidarlo pero no tiene sentido seguir.
Lorena quiere fingir que no le duele dejar a Juan pero tiene que hacer un esfuerzo para que no se le escape las lágrimas. Juan, por su lado, está borracho y dolido. Tanto en alma como en la entrepierna. Se pelea con todo el mundo, quiere irse solo pero la chica con la que ha ido no lo deja:
--has venido conmigo y te vas conmigo.
Otra chica se le pega. Las dos critican a Lorena, que no te merece, que si no confía en ti. Eso aumenta la rabia de él. Juan no iba a ser nada con esa chica, le duele que Lorena no haya creído en él. Entre el coraje, el alcohol, los coqueteos… acaba acostándose con las dos chicas en el apartamento de la segunda que se ha pegado que es la que vive sola.
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