viernes, 12 de febrero de 2010

Capitulo 7


Lorena nunca había tenido tan cerca de Marc ni tanto rato. Lo empieza a ver hasta guapo aunque no espectacular como Juan.
--me gusta la camisa que llevas, te queda muy bien…
Marc se atraganta. Tose. Medio sonríe sofocado, no es capaz de decir nada. Van hablando aunque en realidad es ella la que van hablando. Lorena se proclama voluntaria para ser la que ayude a Marc. Se trata que un alumno más experto pues ayude a uno que recién comienza a aprender a moverse en una grabación en el exterior. Cuanto más cerca de él está más le gusta, más piensa que Marc sí puede ser el amor de su vida, que Juan es un espejismo, que le deslumbra su extraordinaria belleza pero que nunca será verdaderamente feliz a su lado. Con Marc está convencida que se encuentra su felicidad. A Juan le gusta la chica. Es la más bella, ¿¡cómo habría de gustarle?¡ Pero le parece imposible que una chica como esa se vaya a fijar en él.
--¿porqué me mira tanto? –piensa para sí.
Ríe nervioso cada vez que sorprende a Lorena coqueteándole. Marc procura refugiarse un poco en sus compañeros para no estar totalmente solo con ella porque aunque le gusta mucho le pone muy nervioso. Va llegando la hora que tenga que empezar a irse. Marc comenta que tiene que hacer unos trámites y que su padre lo pasaría a buscar a las ocho pero como no quiere estar sólo comenta en general:
--alguien no tiene nada que hacer y se puede quedar conmigo?
No la mira a Lorena, porqué le da vergüenza preguntárselo a ella pero está seguro que la chica no aceptaría y quedaría en ridículo ante todo el grupo. Lorena no da tiempo a que nadie le pase por encima así que se ofrece con mucho gusto. Marc está al borde de un infarto. Si no supiera que la chica sale con Juan pensaría que quiere algo con él. Él mismo se convence de lo contrario:
--¿tú te has visto y la has visto a ella? –se dice así mismo—No seas ridículo, jamás ella dejaría a alguien como Juan por ti.
En seguida el grupo los deja solos. Marc la mira sofocado.
--¿no te molesta quedarte conmigo?
Lorena está muy contenta.
--No, voy donde tú quieras.
Al estar solo con Lorena, al ver que ella está bien a su lado, Marc va perdiendo mínimamente su timidez. Se simpático y amable. Lorena está encantada.
--¿y qué pasa con Juan? –se atreve a preguntar el chico tímidamente-- ¿vas muy en serio con él?¿no se enfadará porqué te hayas quedado conmigo?
En seguida Lorena le dice:
--No, no hay ningún compromiso entre nosotros.
Marc está muy exaltado. Sabe que Lorena y Juan se acuestan juntos pero en cambio ella le dice que no tienen compromiso. Lorena le devuelve la pregunta.
--¿y tú tienes novia?
Marc se atraganta.
--¿¡¡para qué me pregunta esto?¿¿¡es que quiere conmigo?¡ --se pregunta así mismo casi infartado y sin dar crédito a todo lo que le está pasando.
Marc enrojece y muy tímido dice que no, que nunca ha salido con una chica. Él no se atreve a decirle que es virgen a sus 19 años por miedo a que ella se burle de él. Lorena lo ve tan tierno, piensa en la posibilidad que el chico aún no se haya estrenado y eso lo arrastra aún más a sus brazos.

Juan está desnudo en el baño. Se está poniendo más guapo aún para cuando llegue Lorena. Llaman al timbre. Juan sonríe al espejo. Está seguro que es la chica que no ha podido esperar. Va a recibirla desnudo y con una sonrisa pícara. Débora se sorprende gratamente ante la desnudez de Juan.
--vaya, que gusto es ir a venir a verte y que la reciban a una así –dice con ironía.
Juan se cubre con las manos sus genitales. Débora se le ríe.
--Ni que nunca te hubiera visto desnudo. Aunque lo quieras olvidar hemos hecho el amor.
--Si ya sé que le has ido contando a todos el chisme, hasta a Lorena pero no has logrado separarnos –Juan molesto.
Débora se muestra despreciativa:
--Y no te hagas ilusiones conmigo que yo también te he olvidado, no me interesas.
Juan se saca las manos del cuerpo, con una sostiene la puerta y con otra señala al exterior invitando a la joven a irse. Antes de irse Débora le dice que Lorena, en la salida, ha estado mucho con un chico y que se ha quedado con él. A Juan se le desencaja el rostro.
--¿¿qué?
Débora se burla de él:
--Tu noviecita es tan golfa como tú…
La chica se va riendo, contenta por haber logrado lo que quería. Juan enseguida busca su celular y la llama a la chica.

Marc y Lorena están hablando tranquilamente. Los interrumpe el sonido del celular que es algo que molesta mucho a ella. Le fastidia que la interrumpan. No le hace caso.
--No lo vas a tomar?
--No, no es importante.
--puede ser Juan –responde él tímido.
Lorena sabe que es Juan y lo que menos quiere en esos momentos es hablar con él. Juan insiste pero Lorena agarra el celular y lo apaga. Esto sorprende a Marc. Ella sonríe y Marc se derrite. Juan se ha quedado furioso. Tira el celular.
--¡está con otro¡ ¡¡está con otro¡
Juan arde de los celos. No le parece tan terrible que él en un momento de debilidad pueda engañar a Lorena pero no concibe lo contrario. Se resigna a que Lorena esté con otro chico si no están juntos ellos dos pero ahora no. Juan quiere luchar por sacar adelante la relación y no soporta la idea que sea Lorena quien le falle. Los celos lo atormentan. Llama a uno de sus compañeros que han estado en la salida. Le comenta lo que le ha dicho Débora y pregunta:
--eso es cierto?
--si tranquilo, ha sido con Marc.
Juan se burla de sí mismo por haber sentido celos.
--Marc es inofensivo.
Jamás se le pasaría por la cabeza que Lorena estuviera pensando en Marc como hombre.

(los padres de Marc)

Por su lado, Lorena se ha olvidado del mundo al lado de Marc. Están más de dos horas juntos. A los dos se les pasa volando. Están bien juntos. Quisiera quedarse toda la tarde con él pero no se atreve a proponérselo para Marc eso ya sería maravilloso. El padre del joven los va a buscar. Se siente orgulloso de la chica que acompaña a su hijo. Marc está acelerado, Lorena, sentada a su lado encantada de estar conociendo la familia de él.
--dejamos a tu novia en su casa, ¿no? –dice el padre.
--¡no es mi novia¡ --dice Marc apurado.
A Lorena le sabe mal que la corrija, a ella le ha encantado la corrección.
--No, no se desvíen por mí.
Lorena mira a Marc cariñosa y dice:
--así me entero de donde vives.
Marc cree que está soñando, no da crédito a lo que le está pasando. Su padre sonríe con complicidad. Al llegar, Marc simplemente le dice un tímido adiós a la chica y se queda mirándolo sin moverse. Ella le da dos besos cerca del labio que al chico lo derriten, de poco no se muere.

Lorena no quiere ir a su casa. Sabe que Juan ya la debe estar esperando impaciente. Si ve a Juan harán el amor y le da miedo borrar estos sentimientos que están naciendo hacia Marc. Aunque desee y ame a Juan, está convencida que su felicidad no está al lado de un chico tan guapo y tan infiel como Juan sino de algo no tan guapo, tímido y virgen como Marc. Va a casa de Susana. Se refugia en Susana porque no le quiere dar la cara a Juan. Lorena se siente radiante. Está eufórica.
--¡Marc es un chico fantástico, la pareja ideal¡ ¡¡con él si me podría plantear una relación de futuro¡
Lorena piensa que Juan sólo busca divertirse con las mujeres y por lo tanto no puede plantearse otro tipo de relación que no sea la misma que él ofrece.
--Tienes que hablar con Juan…
--es que si veo a Juan haré el amor con él.
--No me extraña… Está buenísimo y tú lo amas… --Susana pícara.
--No amarlo no… --dice insegura—eso no es amor.
--Juan es un infiel pero lo amas…
Lorena se molesta por sus propias sentimientos. No quiere que sea Juan sino Marc el elegido de su corazón
--¡ No, no quiero¡ ¡quiero estar con Marc¡

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